Estas celdas se distinguen por ser más flexibles y resistentes que el resto, ya que están compuestas por una capa de silicio bruto.
Además del silicio, pueden estar compuestas de teluro de cadmio, indio, galio y selenio. Las celdas amorfas tienen mayor flexibilidad, lo que les permiten adaptarse mejor a casi cualquier espacio.
La elaboración de estas celdas puede ser más económica debido al uso de un silicio sin pulir, pero no es muy viable usarlas en equipos fotovoltaicos, debido a su aprovechamiento de la energía de un 5% a 7%.