Tenemos el gusto de presentarte la primera entrega de “Energía solar para principiantes”, una serie de artículos que tratarán de acercar la energía solar a toda aquella persona que, aún sin conocer del tema, está interesada en el aprovechamiento de esta inagotable fuente de energía.
Y es que la energía solar parece ser un tema aún desconocido para muchas personas, entre los que, hasta hace 1 año, el escritor de este artículo se encontraba. Y es normal que esto suceda cuando el 99% de los artículos disponibles en internet están enfocados desde un punto de vista profesional para todos aquellos que entienden de la materia.
Si tú eres de aquellos que piensan que ponerse placas solares es ilegal, de los que no conoces los diferentes tipos de paneles o de los que ni siquiera entiendes tu factura de la luz, “Energía solar para principantes” es tu solución.
Por si aun no lo sabías, ni todos los paneles son iguales ni, mucho menos, hacen lo mismo. Son muchos los que llaman a diario a nuestro teléfono solicitando información sobre paneles solares y se quedan en blanco cuando les preguntamos que para qué quieren el panel solar en cuestión.¡
Sí, efectivamente, “eso” también lo puedes hacer con un panel solar. Y sí, efectivamente, no todos los paneles solares hacen lo mismo. Electricidad, agua caliente sanitaria(ACS),… En función de qué es lo que el panel pueda producir, el nombre que tiene es uno u otro.
A día de hoy, de manera general, existen 3 tipos de paneles solares:
- Paneles solares fotovoltaicos
- Paneles solares térmicos
- Paneles solares híbridos (fotovoltaico + térmico)
Panel solar fotovoltaico
El primer tipo de panel del que vamos a hablar es el panel solar fotovoltaico; el encargado de transformar la energía procedente del sol en electricidad. Y sí, también este tipo de panel es el que se encuentra sujeto al llamado impuesto al sol y sobre el que gira toda la controversia sobre la legislación al respecto. Controversia que se aclarará y sobre la que os informaremos en el siguiente artículo de “Energía solar para principantes”.
Con cada vez unos precios más reducidos, los módulos fotovoltaicos se presentan como una gran alternativa limpia para generar la electricidad (o parte de ella) en nuestras casas, hospitales, comercios, escuelas, etc.
Panel solar fotovoltaico
Por lo general, este tipo de paneles están compuestos por unas células fotovoltaicas de silicio (con símbolo Si, por si entre nuestros lectores hay algún químico) que, a través de un proceso llamado efecto fotoeléctrico, permiten transformar la energía lumínica en energía eléctrica.
De manera sencilla y resumida, este proceso se da cuando los fotones (una de “las partículas que componen” la luz) impactan sobre el panel solar, concretamente, contra el silicio del que está compuesto. Al impactar, los fotones bombardean a los átomos de silicio, rompiendo los electrones y liberando algunos de ellos que serán los que generen la corriente eléctrica. (El proceso es mucho más complejo que este, pero para los principiantes, esta explicación es más que suficiente para entender el funcionamiento).
De igual manera, dentro de los paneles solares fotovoltaicos existen varias tipos, en función de cómo estén compuestas las células fotovoltaicas. La explicación de cada uno de ellos vendrá en artículos posteriores; por razones obvias, entender el funcionamiento y especificaciones de cada tipo deja de ser materia de “dummies”. Igualmente, para introducirlos y que no te quedes con la duda, a día de hoy, los paneles solares fotovoltaicos más comunes son:
- Monocristalinos (silicio)
- Policristalinos (silicio)
- Otros no compuestos por silicio .
Panel solar térmico
El segundo tipo de placa solar con la que nos podemos encontrar, es el panel solar térmico (también llamado colector solar). Este panel permite la transformación de la energía procedente del sol en energía térmica, es decir, en calor.
Independientemente de que se utilicen a nivel doméstico o a nivel industrial, los paneles térmicos presentan múltiples usos, tales como la climatización de piscinas, la preparación del agua para uso sanitario (ACS = agua caliente sanitaria), creación de vapor, etc.
Panel solar térmico
Como era de esperar, los colectores solares también existen de diversos tipos, aunque los podemos agrupar en tres grandes grupos:
- Colector de baja temperatura o captador solar plano no protegido. Alcanzando hasta un máximo de 50ºC, este tipo de paneles se utilizan principalmente para la calefacción y para el ACS en sistemas doméstico.
- Colector de media temperatura. Estos colectores son, básicamente, igual que los anteriores pero incorporando una cubierta transparente que evite la pérdida de calor del panel. Gracias a esta cubierta, se consigue que el panel pueda llegar hasta los 90ºC.
- Colector de alta temperatura. Añadiendo otra cubierta más entre la anterior y el convertidor (un elemento clave en el panel térmico), se genera vacío entre las 2 cubierta, de manera que, igualmente, la temperatura pueda llegar a alcanzar hasta 150ºC. Se utilizan, generalmente, para producir vapor capaz de mover turbinas que permitan la generación eléctrica.
Más allá de esta distinción, según los componentes que forme el panel térmico, podemos realizar nuevas divisiones de los mismos (captador solar plano, panel de tubos de vacío,…) pero, igualmente, lo dejamos para más adelante. Explicar cómo están formados y, sobretodo, cómo funcionan, se queda muy grande para ser explicado en este primer artículo de “Energía solar para dummies”.
Panel solar híbrido
Por último, el tercer panel del que queremos hablar en este artículo es el resultado de cruzar los conceptos que definen los dos paneles anteriores; el panel solar híbrido. Con las 2 tecnologías aunadas en un sólo panel, este tipo de tecnología permite producir electricidad y calor simultáneamente.
Si bien es cierto que todavía se trata de un tipo de panel solar desconocido para muchos, la evolución que estos han tenido en los últimos años ha sido muy positiva dadas las ventajas que presentan frente a los paneles fotovoltaicos y térmicos por separado.
La principal ventaja que estos paneles presentan es la reducción del espacio necesario para aprovechar la energía solar; como resulta obvio, el reunir dos paneles en sólo uno, hace que el espacio donde colocar los paneles sea la mitad. Por ello, este tipo de paneles se presenta como la alternativa perfecta para todos aquellos lugares donde, además de demandarse agua caliente sanitaria, el espacio en cubierta sea reducido como, por ejemplo, un hotel, una piscina climatizada o una residencia entre otros.
Por lo tanto, aunque los paneles existentes son muchos, en función de qué nos permitan conseguir hay que diferenciar entre 3: fotovoltaicos, térmicos o híbridos.