Utiliza la vegetación a tu favor:
Las enredaderas o plantas que cambian de follaje cada año dan sombra en verano y permiten el paso de la luz del sol en invierno.
Aprovecha la iluminación natural:
En las zonas de clima templado en el país, las habitaciones con tragaluces, ventanas o domos no requieren mucha iluminación eléctrica. En las zonas de clima tropical, las ventanas también sirven como fuente de iluminación pero, a causa del calor, su apertura es más recomendable en las mañanas o al final del día.
Aplica materiales o pinturas aislantes:
Los aislantes en techos o paredes minimizan el intercambio de calor con el exterior. En verano, mantienen el ambiente fresco generado por el aire acondicionado y en invierno retienen el calor en el interior.