Esta radiación alcanza, como hemos dicho, la superficie de nuestro planeta, luego de haber sido filtrada por la atmósfera. Entonces es recibida por dos tipos de instrumentos:
- Células fotovoltaicas. Se trata de paneles solares instalados en techos, azoteas o grandes extensiones de terreno libre, compuestos por montones de células solares de silicio capaces de convertir la radiación solar en energía electrica aprovechable.
- Colectores térmicos. Estos sistemas recogen la energía calórica de la radiación solar y permiten su redistribución para fines prácticos, como calefacción, calentadores e incluso generación eléctrica, pues dicho calor puede usarse para hervir agua y movilizar turbinas.