Aire acondicionado y calefacción:
Utiliza la vegetación a tu favor; plantar árboles en puntos estratégicos ayuda a desviar las corrientes de aire frío en invierno y a generar sombras en el verano.
Mediante la instalación de toldos de lona o aleros inclinados, persianas de aluminio, vidrios polarizados, recubrimientos, mallas y películas plásticas, se evita que el sol llegue directamente al interior.
El aislamiento adecuado de techos y paredes ayuda a mantener una temperatura agradable en la casa.
Si utilizas unidades centrales de aire acondicionado, aísla también los ductos.
Sellar las ventanas y puertas de la casa con pasta de silicón, para que no entre el frío en los meses de invierno y no se escape en los meses calurosos.
Cuando compres o remplaces el equipo, verifica que sea el adecuado a tus necesidades.
Dale mantenimiento periódico y limpia los filtros regularmente. Vigila el termostato, puede significar un ahorro adicional de energía eléctrica si permanece a 18°C (65°F) en el invierno, y a 25°C (78°F) en verano.
En clima seco usa el cooler, es más económico y consume menos energía que el aire acondicionado.
Audio y vídeo:
No dejes encendidas lámparas, radios, televisores u otros aparatos eléctricos cuando nadie los está utilizando.