Es una energía limpia que nos ayuda a contrarrestar nuestro impacto contaminante y sobre todo a ser más sostenibles.
Utilizar energía solar nos permite no depender de otros países y evita que el suministro eléctrico se pueda ver perjudicado por relaciones o conflictos políticos. Seríamos libres energéticamente.
Es una fuente propulsora de energía limpia que permite, entre otras cosas, reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Por lo tanto es solidaria con el planeta al evitar el uso de fuentes de energía contaminante.
Es una tecnología 100% segura, inocua y silenciosa en comparación con el gas, la nuclear o el carbón.
Permite la producción local sin necesidad de importar energías fósiles, evitando los consecuentes pérdidas energéticas (y económicas) por transporte. Es una energía democrática y escalable.