Aparte de lo básico que proporciona a todos los seres vivos, la energía solar nos sirve para lo siguiente en nuestra economía y mundo actual:
Electricidad
La energía solar se convierte en electricidad gracias a los paneles fotovoltaicos. Los paneles foltovoltaicos están compuestos por celdas o células fotovoltaicas. Estas celdas están construidas con materiales semiconductores, es decir, materiales capaces de comportarse como conductores de electricidad o como aislantes. Los semiconductores más utilizados son el silicio y el arseniuro de galio y se combinan con otros elementos como el fósforo o el boro para generar una diferencia de cargas negativas y positivas y, así crear la electricidad. La electricidad se define como el movimiento de los electrones desde el polo negativo al positivo. Cuando los fotones de los rayos solares excitan a los electrones, comienzan a moverse hacia las cargas positiva y es en ese momento cuando se produce la corriente eléctrica.
Calor y frío
La energía solar también se utiliza para producir el calor que necesitamos en nuestros hogares, por ejemplo para la calefacción o para calentar la comida. Para ello se emplean paneles solares térmicos. Consisten en unos espejos parabólicos que concentran los rayos solares y los dirigen hacia un punto concreto, normalmente un tanque con agua. El agua se calienta y fluye hasta nuestras casas donde se puede utilizar en la ducha, para cocinar e incluso en la calefacción
Esta tecnología también puede utilizarse para generar aire frío como el que sale por los aparatos de aire acondicionado, a esta alternativa ecológica se la conoce como “frío solar”. Se sigue el mismo proceso que antes solo que se añade un absorbente de calor, el bromuro de litio, que permite que el aire se vuelva frío.
Medios de transporte
Gracias a la energía solar podemos conseguir medios de transporte más sostenibles y ecológicos. Aunque ya existen vehículos eléctricos se podría dar un paso más si esa electricidad que consumen procediera de energías limpias y renovables. Instalando paneles solares fotovoltaicos se lograría la energía eléctrica necesaria para que coches, tranvías e incluso aviones pudieran moverse.